En Texas ya tuvimos recientemente una tormenta de nieve y a veces, aunque no tengamos nieve, las temperaturas en invierno pueden llegar a ser muy bajas. La nieve, sin lugar a duda, es el mejor panorama invernal para los niños: jugar con bolas de nieve o hacer monos de nieve, es la actividad favorita de cualquier niño. Pero ¿Qué leer cuando la nieve ya se ha retirado, aún está frío, y los niños quieren estar calientitos dentro de casa? Es el momento preciso para escuchar un buen cuento sentados junto a la
chimenea o tomar un rico chocolate caliente en la cocina. Uno de los libros que yo recomiendo para leer en tiempo de invierno es El mitón, un cuento ucraniano adaptado e ilustrado por la autora norteamericana Jan Brett. Con este hermoso libro, los niños no sólo pasarán un rato agradable, sino que además tendrán la oportunidad de conocer algunos animales que viven en las regiones más frías del planeta. Es un buena combinación entre lectura entretenida y aprendizaje.
El mitón nos relata la historia de Nicki, un niño ucraniano, y su abuela Babu. Nicki quiere que su abuela le teja un par de mitones blancos, aunque ella no cree que eso sea una buena idea. Babu piensa que, si él pierde uno de sus mitones blancos en la nieve, nunca lo encontrará; sin embargo, como toda abuela complaciente acepta tejérselos con la condición de que si él sale a jugar afuera regrese con sus dos mitones nuevos. Nicki sale a dar un paseo y no se da cuenta que uno de sus mitones se le ha caído en la nieve. Mientras él continúa caminando, varios animales han encontrado el mitón y se han
acomodado dentro de él para no pasar frío: un conejo blanco, un topo, un erizo, un búho, un tejón, un zorro y un oso. Todos ellos se han hecho espacio amistosamente para estar calientitos dentro del mitón, pero cuando llega un ratón de campo, él ya no tiene más lugar que colocarse sobre el hocico del oso. El ratón roza casualmente con sus bigotes al oso causándole cosquillas y éste lanza un tremendo estornudo que provoca que el mitón se eleve por el aire y que todos los animales salgan disparados. En ese instante, Nicki
que está regresando a casa, ve a lo lejos su mitón blanco volando por el aire y corre para atraparlo. Él ha vuelto con sus dos mitones y ha podido cumplir con la petición de su abuela, pero Babu está confundida, uno de sus mitones ha regresado bastante más grande que el otro. ¿Cómo puede ser esto? se pregunta, ni ella ni Nicki pueden imaginarse lo que le ha ocurrido al mitón.
Jan Brett ha ilustrado este libro de una manera muy original y propia de su estilo, cada página muestra en los costados unos mitones que hacen las veces de ventanas donde podemos apreciar algo que ya ha pasado en la historia y algo que va a ocurrir. Es un detalle para comentar con los niños cuando lo estamos leyendo.
Una de las actividades que las maestras pueden hacer después de haber leído el libro es hacer una segunda lectura dramatizada en que los niños representen a los personajes del cuento. Para esto es necesario tener una pequeña frazada o cobija que va a hacer las veces del mitón, allí los niños que están caracterizando a los animales van a ir a cobijarse
uno tras otro. Con toda seguridad, a los pequeños les va a encantar permanecer todos juntos dentro de la frazada y es posible que hasta quieran dramatizar el cuento varias veces cambiando de personaje. Los niños de edad preescolar también van a aprender a nombrar animales que no son tan comunes como el topo, el erizo o el tejón.
Otra actividad que sirve para recontar la historia consiste en hacer un mitón de papel y colocarle adentro los dibujos coloreados de los animales que aparecen en el cuento según el orden de aparición. Si desean que los niños más grandes participen en esta tarea, pueden dejar que ellos dibujen sus propios mitones siguiendo el contorno de sus manos (los dibujos de los animales del cuento son fáciles de encontrar en la web). Los
niños que ya saben leer también pueden investigar sobre algunos de los animales que aparecen en el cuento. Por ejemplo, descubrir las diferencias que hay entre un erizo y un puercoespín o relacionar un determinado animal con su hábitat o lugares del mundo donde lo podemos encontrar. Es muy probable que a los niños con aptitudes artísticas les interese dibujar alguno de los animales ilustrados por Jan Brett, sus bellas ilustraciones pueden ser una fuente de inspiración para ellos. Hay todo un mundo por explorar detrás de cada buen libro. ¡Que disfruten del invierno que todavía nos queda y
¡feliz lectura!
Elena